Las relaciones sanas y tóxicas

 Las relaciones sanas

Las relaciones sanas son aquellas en las que ambos individuos experimentan respeto mutuo, apoyo emocional y una comunicación abierta. Estas relaciones, ya sean de pareja, amistad o familiares, permiten un crecimiento personal y compartido.


Algunos elementos clave de una relación sana son:

Comunicación abierta: Ambas partes se sienten cómodas hablando de sus pensamientos, sentimientos y necesidades sin temor a ser juzgadas o ignoradas.

Respeto mutuo: Se valoran las opiniones, deseos y límites de la otra persona, sin intentar cambiarla o imponer ideas.

Confianza: Las relaciones sanas se basan en la confianza. Se espera honestidad y se evita la manipulación o el engaño.

Apoyo emocional: Las personas en relaciones sanas se apoyan en los buenos y malos momentos, ofreciendo consuelo, aliento y comprensión.

Independencia: Aunque se disfrute pasar tiempo juntos, también se respeta la necesidad de tener tiempo a solas o con otras personas, manteniendo una vida individual.


Las relaciones tóxicas

Las relaciones tóxicas durante la adolescencia son interacciones que afectan negativamente el bienestar emocional y mental de los jóvenes. Estas relaciones pueden darse entre parejas, amigos o incluso familiares y se caracterizan por comportamientos dañinos.



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